Nuestros cerdos ibéricos se crían en libertad, en un paisaje natural de extraordinaria belleza. Rodeados de encinas y alcornoques se alimentan de bellotas, pastos, aire, sol, nubes, montañas…
Gracias al constante ejercicio que realizan para conseguir alimento, tienen una infiltración de grasa excelente, sinónimo de su sabor único e inconfundible.
Todo esto, sumado a las mejores instalaciones que nos permiten aunar procesos tradicionales de elaboración con la última tecnología, nos lleva a la excelencia de nuestros jamones, paletas, lomos y embutidos ibéricos.
Estirpe Negra y Cañafina es tradición y excelencia.